Demà serà un altre dia.

dijous, 27 d’agost del 2009

DOS DIA DE AGOSTO


Hace unos días tuve noticia de un hombre al que se le quemó la casa en la que moraba, tras lo cual decidió pasar sus días en una barca. A su lado, un adolescente fabricaba un anzuelo con alambre. Comprendo que, enunciado así, pueda sonar a chino. Pero es que, por exigencias del guión, debe sonar a chino.
Me desplacé a Girona con mi amiga Eva Portell, librera vocacional. En una crepería, engullimos una galleta bretona, regada con cerveza y vino tinto. A media tarde, enfilando la cuesta de la calle Força, nos detuvimos en la librería de viejo del señor Cortés. El caos reina en los escasos metros cuadrados del establecimiento. Pilas de libros que jamás tendrán asignado su lugar en una estantería etiquetada. ¡Qué más da! Uno no puede pasear por la mas famosa de las calles de Girona sin entrar a curiosear en esa covacha de las esencias culturales.
Al día siguiente tenía una cita con otro librero, el embajador de Salt en Girona, Guillem Terribas. Nos vimos en Barcelona. Le acompañaba su hermano menor, Charlie (por Charlie Rexach). Tras nuestra entrevista, los Terribas estaban invitados a una comida en la casa del actor Sergi López y familia., en Vilanova. Surgió de improviso. Subimos los tres en mi coche y nos dirigimos a Vilafranca, puesto que disponíamos de cierto tiempo. Desayunamos unos vinos, charlamos de casi todo. Les mostré lo más hermoso de mi ciudad. La gente de la Catalunya Vella usa poco de la Nova. Yo les recomiendo que se den un garbeo por nuestras ciudades, nuestros viñedos, arrozales, playas y castillos. Volví de las horas pasadas con los Terribas y de la magnífica vista marítima que se disfruta desde el jardín de la casa de López con una sensación de felicidad. Abrí el volumen adquirido el día anterior en la librería de Cortés, Com un núvol lleuger, las segundas versiones de poesía china que hizo Marià Manent. El poemario lleva una dedicatoria del traductor: ¡menuda cantidad de autógrafos he llegado a cosechar por estas librerías de Dios! Comprometería a demasiados vivientes –algunos, famosos- revelar lo que hicieron con sus libros dedicados. Me lo callo. Prefiero regresar al hombre que, tras incendiarse su casa, vivió en una barca. Al enamorado que, bajo el balcón, oía el ruido de las tijeras de su amada al coser. A la bella caligrafía de Manent.
JORDI LLAVINA (La Vanguardia dia 19.08.09)
Fotos: Jordi LLavina (Foto Wordpress) // Xarli Terribas, en el Camp Nou (Foto: G.T.R.) // Sergí López i Guillem Terribas, al Restaurant Negra Fum (Foto: Salvador García-Arbós)